Las áreas marinas protegidas son espacios geográficamente definidos en el océano que, a través de medios legales, permiten la protección de los distintos ecosistemas marinos. Son una herramienta fundamental para la conservación de una amplia diversidad de especies marinas, hábitats y procesos ecológicos.
Además, está estudiado y comprobado que las áreas protegidas pueden conservar la biodiversidad y a su vez, beneficiar a la industria pesquera, ya que son zonas que permiten que las especies se reproduzcan, crezcan, y en consecuencia, repueblen las zonas de pesca (más conocido como “efecto derrame”).
El Mar Argentino actualmente cuenta con dos grandes áreas marinas protegidas, ubicadas en el extremo sur y sudeste de nuestra plataforma continental. Con ambas, alcanzamos solo un 7,8% de protección. Y digo sólo, porque en el 2022, en la COP15 de Biodiversidad, nos comprometimos a proteger al menos el 30% de los océanos para 2030.
Es por eso que, si queremos contribuir a alcanzar la meta, o aún más importante, si queremos trabajar por un planeta habitable para nosotros hoy y para las generaciones futuras, la creación de AMPs debería ser una prioridad en la agenda de nuestros gobernantes y de las organizaciones.
En el Congreso Nacional hay dos proyectos de creación de AMPs: Frente Valdés y Agujero Azul. Si ambas son aprobadas, pasaríamos a tener aproximadamente un 14% de mar protegido.
Desde nuestro pequeño-gran lugar, debemos demostrarles a nuestros representantes que nos importa la salud del Mar Argentino y que ya no le damos más la espalda.
Firmá la petición y decí vos también: Quiero un mar argentino saludable. Quiero áreas marinas protegidas.
Camila Pignocchi
Coordinadora Sin Azul No Hay Verde